
A nivel general, al invertir en Bienes Raíces se debe considerar que la propiedad esté inscrita en el Registro Público de la Propiedad, que conozca su situación fiscal, que puede escriturarse, que sea legalmente tramitable (que tenga escrituras), que no esté intestado, que identifique vicios ocultos de la propiedad y que se conozca la zona.
Por otra parte, se debe considerar que aproximadamente el 8% del valor de la propiedad va a corresponder a los gastos notariales y de impuestos. Por ello hay que acercarse a un especialista inmobiliario con larga trayectoria, debido a que desafortunadamente cualquier persona puede comprar o vender un Bien Raíz, pero sin ninguna experiencia o conocimiento. Un intermediario bursátil o de seguros necesita licencia para practicar, un asesor inmobiliario no, poniendo en riesgo el patrimonio.